Pionero del arte cinético, de padre escultor y madre pintora, estudió primero ingeniería mecánica hasta que a los veinticinco años decidió iniciar sus estudios artísticos.
En 1926 Calder se trasladó a París, donde conoció a importantes artistas como Fernand Léger, Marcel Duchamp o Joan Miró, con quien estableció una larga y fructífera amistad. En 1930 visitó el estudio de Piet Mondrian, algo que cambiaría totalmente su visión del arte y le llevaría a la abstracción. De hecho, durante las dos semanas siguientes a esta visita tan solo produjo obras abstractas. Posteriormente sería invitado a unirse al grupo Abstraction-Création, compuesto por artistas como Jean Arp, Jean Hélion o el propio Mondrian.
A partir de entonces, su obra comenzó a evolucionar hacia el arte abstracto y cinético. En 1931 creó sus primeras esculturas con pequeños motores eléctricos, que serían bautizadas como «móviles» por Marcel Duchamp.
En 1937 expuso Mercury Fountain en el pabellón de la República española de la Feria Internacional de París junto a la obra de su amigo Joan Miró titulada Paysan catalan en revolte. Ese mismo espacio acogía el Guernica, que se convertiría en todo un símbolo de la lucha antifascista.
En 1942 comenzó a trabajar en una serie de móviles de madera titulados Constelaciones, en homenaje a las obras del mismo nombre que había creado Miró y que habían podido verse en la retrospectiva que el MoMA de Nueva York le había dedicado en 1941, comisariada por James Johnson Sweeney. El propio Sweeney sería el encargado de comisariar la retrospectiva de Calder en el MoMA en 1943.
En la década de 1950, Calder se dedicó a producir esculturas monumentales, muchas de las cuales fueron instaladas en espacios públicos. Lugares tan emblemáticos como el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, la sede de la Unesco en París o el Lincoln Center de Nueva York acogen obras suyas de gran formato.
Alexander Calder falleció en 1976 en Nueva York, dejando un legado artístico impresionante que sigue siendo admirado y estudiado a día de hoy. Sus obras se encuentran en colecciones permanentes de museos como el MoMA, el Centre Pompidou de París o el Guggenheim de Nueva York, entre muchos otros.
La colección Hortensia Herrero posee dos obras de Calder: un móvil que cuelga del techo y un standing mobile que formó parte de la exposición retrospectiva que le dedicó el Whitney Museum de Nueva York en 1976.