Esta instalación fue realizada específicamente para el vestíbulo del centro de arte y está compuesta por seis elementos distribuidos en diferentes alturas. La obra fue encargada por Hortensia Herrero en 2018 y fue la primera instalación permanente creada expresamente para el museo, a la que luego seguirían varias más de otros artistas. En ella, Saraceno despliega sus conocidas clouds de colores, a medio camino entre las nubes que pueblan nuestros cielos y las telas de araña que se extienden por la naturaleza. Unas obras de gran belleza poética que contienen también el mensaje de respeto por el medio ambiente que impregna toda su obra.
Su profundo interés por las arañas y sus telarañas le ha llevado a crear todo un departamento en su estudio dedicado a la investigación de estos animales y a trabajar con las telarañas como material para sus obras de arte. Tal y como señala el artista: «Comencé a ver la tela de araña como una molécula, luego me interesé en el trabajo que implica hacerla y finalmente la expandí aún más, como un estudio de galaxias, de polvo cósmico, de intercomunicación».